Manuel Acevedo, falleció en el hospital El Buen Samaritano de Aguadilla a causa de un infarto masivo. Tenía 46 años de edad y fundó a Ciudadanos Aguadeños hace 25 años con el propósito de “luchar por el Valle de Coloso en Aguada, de forma que se cumpla con la ley que estableció la reserva agrícola y que se use solamente para sembrar”, manifestó a EFE su viuda, Omayra Vélez Soto. Vélez Soto explicó que Acevedo fue paciente de diálisis durante tres años y medio. Durante las pasadas tres semanas estuvo hospitalizado por problemas circulatorios y el lunes pasado fue operado para destapar dos arterias de su corazón.
“Era admirable su deseo de vivir, de luchar por lo ambiental. Era un ser humano increíble... era como el vigilante de Coloso”, especificó Vélez Soto.
El féretro con el cuerpo de Acevedo fue sepultado en el Cementerio Municipal de Aguada, luego de una ceremonia religiosa en la iglesia católica San Francisco de Asís de ese municipio. La caja fue llevada al camposanto en una carreta halada por bueyes.
“Era admirable su deseo de vivir, de luchar por lo ambiental. Era un ser humano increíble... era como el vigilante de Coloso”, especificó Vélez Soto.
El féretro con el cuerpo de Acevedo fue sepultado en el Cementerio Municipal de Aguada, luego de una ceremonia religiosa en la iglesia católica San Francisco de Asís de ese municipio. La caja fue llevada al camposanto en una carreta halada por bueyes.
Manuel Acevedo, falleció en el hospital El Buen Samaritano de Aguadilla a causa de un infarto masivo. Tenía 46 años de edad y fundó a Ciudadanos Aguadeños hace 25 años con el propósito de “luchar por el Valle de Coloso en Aguada, de forma que se cumpla con la ley que estableció la reserva agrícola y que se use solamente para sembrar”, manifestó a EFE su viuda, Omayra Vélez Soto. Vélez Soto explicó que Acevedo fue paciente de diálisis durante tres años y medio. Durante las pasadas tres semanas estuvo hospitalizado por problemas circulatorios y el lunes pasado fue operado para destapar dos arterias de su corazón.
“Era admirable su deseo de vivir, de luchar por lo ambiental. Era un ser humano increíble... era como el vigilante de Coloso”, especificó Vélez Soto.
El féretro con el cuerpo de Acevedo fue sepultado en el Cementerio Municipal de Aguada, luego de una ceremonia religiosa en la iglesia católica San Francisco de Asís de ese municipio. La caja fue llevada al camposanto en una carreta halada por bueyes.
“Era admirable su deseo de vivir, de luchar por lo ambiental. Era un ser humano increíble... era como el vigilante de Coloso”, especificó Vélez Soto.
El féretro con el cuerpo de Acevedo fue sepultado en el Cementerio Municipal de Aguada, luego de una ceremonia religiosa en la iglesia católica San Francisco de Asís de ese municipio. La caja fue llevada al camposanto en una carreta halada por bueyes.
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